top of page

LAB DANZA CUE

HISTÓRICA

En esta histórica del Laboratorio, repasamos imágenes, videos, textos y lecturas críticas de las obras producidas desde 2014, bajo la dirección de Ernesto Ortiz.

WhatsApp Image 2019-07-12 at 20.24.41.jp

El corazón es un órgano de fuego (2019)

Instalación dancística en cuatro actos

Textos de: Ernesto Ortiz, Isidro Luna y Michael Ondaatje


Prólogo

Narradora: 

Primero fuimos tres, solo tres. Y creímos haber vencido la muerte. Pero ella siempre es más astuta. Y , para volver, trajo con ella a tres fantasmas más.


Entonces, sin más opciones, les dijimos: “aquí está nuestra mesa, y esta es mi cama” porque, a través del miedo que nos carcomía, pudimos ver que ellos estaban aún más asustados.

Y que en sus corazones, cargaban penas y dolores tan azules como los nuestros.


Así que todos le dimos la vuelta al reloj de arena, bebimos de nuestras botellas, y escogimos tres dolores que nos dieron una ruta.  En esa ruta, volvimos a dibujar los límites de nuestros países… y nos enteramos que nosotros éramos los países, no las fronteras dibujadas en los mapas.


Cada noche se arrancaba el corazón, pero por la mañana ya le había vuelto a crecer. 

Acto 1.- 

Narradora:

Pienso como mi padre y hablo en la lengua de mi madre. Hablar de ella, hablar con ella, decir y dejar que se diga a través de nosotros, desde ese remoto pasado en el que se inició, desprendiéndose perezosamente del latín, formándose capa tras capa geológica, con sus cataclismos y sus derivas imprevisibles.  Que me arrastre suavemente, hasta desembocar en mares desconocidos, en parajes agrestes, mirando plácidos paisajes en días aciagos.


Masco oraciones, devoro párrafos, mordisqueo las hojas ácidas del último libro de moda, todavía con olor a tinta, con sabor a azufre. Y dentro de mí, se apresuran a juntarse, a rehacerse, en su inquietud por hablar, aunque intente callarlas, someterlas, hundirlas en un silencio profundo.


Cada noche se arrancaba el corazón, pero por la mañana ya le había vuelto a crecer. 

Acto 2.-

Narradora:


Cuando hablaba ocurría que sus palabras más fascinantes, tras haber vibrado en el aire, se materializaban en flores o en piedras preciosas tornasoladas que caían como una fina lluvia en el diván de ópalo.  Y todo el mundo quedaba sumido en el embeleso como el fumador de opio, como el fumador de hachís. Y pronto todo el mundo dormía, salvo Equidnos, todo el mundo, salvo la doncella que devoraba con los ojos al narrador.


Nosotros somos los verdaderos países, no las fronteras dibujadas en los mapas…

Acto 3.-

Narradora:


Ella penetra en el desierto. Vestida de blanco, avanza por las dunas que cambian de forma con el viento.  Ha señalado en el mapa donde están los oasis. Los evitará a toda costa. ¿Hará un largo viaje hacia el fin del desierto?

Sol, sequedad, sed. Sol, sequedad, sed.  Se tropieza con su soledad. La tela blanca de su largo vestido, ondea como si estuviera pidiendo una tregua.  Se imagina volar con unas alas bermellón y posarse sobre un algarrobo moribundo.  Se imagina terminar  con un vuelo rápido y luego descender y hundirse en la arena…

Y hundirse en la arena. Y hundirse en la arena.


Acto 3.-

Narradora:

Hoy somos más que tres.  Pero en ello se nos ha ido el tiempo: en contarnos uno a uno, en volvernos a contar y perder de nuevo la cuenta.  En ello, también, entendimos que ya todas las palabras dejaron de funcionar. No hay ninguna, ni tampoco hay ninguna combinación de ellas, que permita decir el torbellino de cosas que arrastra la ya débil cordura en la que terminamos de instalarnos.

Y sin embargo, es imposible dejar de intentarlo. De hablar, de escribir, de contar.


Porque el corazón es un órgano de fuego.


INVIERNO 7.jpg

INVIERNO (2018)

Diez formas de sentir frío

FORMA 1: Las húmedas tintas del amanecer.


FORMA 2: Corre. Si corres sin parar, el viento empieza a calentarse.


FORMA 3:  Hablar sin callar y que nadie me escuche.


FORMA 4: Los pies descalzos, llenos de ampollas.


FORMA 5: La quinta forma de sentir frío no existe.


FORMA 6: En la puerta espera, agazapado, el viento infame.


FORMA 7:  Un toque superficial.


FORMA 8: La distancia entre dos personas que se abrazan.


FORMA 9:  En mi espalda un bloque de fría agua endurecida, y dentro de él, mil moscas petrificadas y enamoradas.


FORMA 10: Enfriarse es vivir también.

Histórica LabDanzaCue: Otros proyectos
Histórica LabDanzaCue: Pro Gallery
26853577_10159694989485237_1529542538_o.

VANISHIING ACT

(2017)

Inventamos el tiempo y el espacio. Inventamos los caminos y las esquinas, las oraciones y los mantras. También inventamos los sonidos que, infructuosamente, pretenden camuflar el silencio; inventamos los arcos y las flechas que rara vez aciertan en la diana, los adornos y las luces que engalanan el moho que recubre los recuerdos; y recordamos más dulce y nostálgicamente de lo que vivimos. 
Inventamos un sinfín de palabras y signos para explicarnos el miedo a la muerte y el vacío; entramos en detalles sobre cosas que no entendemos ni de lejos. Ni de cerca entendemos lo que inventamos, lo que artificiamos en cada inicio y en cada final. 
Pero es inútil.  Solo basta una vuelta más de la tuerca, una palabra suelta o un lazo mal atado, y naufragamos irremediablemente, una vez más.  Naufragamos estrepitosa, violentamente.  Naufragamos arrastrando con nosotros los otros naufragios, de los que hemos sido autores y de los que no.  Naufragamos sin posibilidad alguna de salvación, desbordados por el despecho, rezumando pena y dolor.  Naufragamos en silencio y hasta el fondo, despojándonos de cualquier resquicio de valor, de fe y de esperanza.  Naufragamos entre los transeúntes, en medio del río, al cruzar la calle.  Naufragamos creyendo en la ternura, como si ella nos hubiera alguna vez elegido. Naufragamos con un nudo en la garganta, tan grande y tan duro que nos ahoga antes de darnos cuenta que estamos naufragando de nuevo.

Histórica LabDanzaCue: Sobre mi proyecto
La distancia.jpg

La distancia es una línea imaginaria entre mañana y un pie de limón

(2016)

Una primera mirada.
Por:  Carlos Rojas
Esta obra de Ernesto Ortiz se resiste a la mirada, está hecha para resistirse a la mirada; se vuelve difícil penetrar en ella, a pesar de la cercanía y de que nos interpela directamente. Una vez que termina, nos invade un silencio. Las palabras se niegan a brotar, las gargantas cortadas nos dejan mudos.
Días después, cuando el alma vuelve al cuerpo, las primeras impresiones se vuelven frases, los movimientos de la danza se convierten en enunciaciones, las significaciones brotan del suelo fértil de la imaginación.
La primera idea viene del mismo título y de la serie de textos que acompañan a la coreografía: la distancia es una línea imaginaria… Hay en el conjunto de secuencias, yendo y volviendo sobre las mismas líneas, una geometría que subyace a los que somos: cada uno sigue estos recorridos que siempre están marcados, cada uno está preso de estos círculos, de estos cuadrados, de estos triángulos, cada uno con su recorrido predeterminado, con la “secuencia” de acciones preestablecidas.
Sometidos a esa geometría salvaje, los cuerpos tratan de escapar por sus tangentes, se buscan, se juntan, empujan los muros sin puertas, sin salidas. Cuerpos lanzados por una tangente que no encuentran su destino en su caída interminable.
Al final, todos somos esa figura intrigante en las escaleras, que ni siquiera es testigo de lo que pasa, sino una persona anónima regando las plantas, subiendo y bajando, calzándose o descalzándonos.
Y de pronto, esos gritos, esos chillidos de cuervos, de urracas, de voces trasnochadas, que irrumpen haciendo estallar el espacio armónico de la geometría, solo para volver a su estado original, a las figuras ocupando espacios delimitados.
Aquí no se trata de qué emociones te trasmite la obra, ni de las sensaciones que te deja. Aquí no está el juego de las intuiciones. Aquí es esta racionalidad de las líneas imaginarias que, en vez de conducirnos a un destino manifiesto, nos llevan a la banalidad de la existencia: un pie de limón.
Sobre estos dos elementos, la obra entera se construye: unas geometrías, unos gritos, unos cuerpos oscilando entre unos y otros, unas almas perdidas, unos espíritus vacíos y vaciados de sentido, una imposibilidad de expresar lo que sentimos, unas palabras que las escuchamos lejos y a las que respondemos sin cesar: “¿Entendieron? No”
Y de regreso a la existencia, a la búsqueda de la línea que debe seguir, de la figura a la que me pertenezco: este círculo virtuoso y monstruoso del cual no escaparé jamás… entonces, grito. Entonces, debo quedarme en el presente absoluto sin seguir la línea imaginaria que me conducirá al pie de limón.

Histórica LabDanzaCue: Bienvenidos
Captura de pantalla 2015-10-16 a la(s) 1

Alina.06

(2015)

Componer coreográficamente es también reconocer las posibles relaciones que, en el trayecto espacial, los cuerpos que producen forma-movimiento son capaces de generar. Al reconocer estas relaciones que son producto del cruce de esos trayectos espaciales y las distintas traducciones que los cuerpos hacen de la forma-movimiento, una nueva capa de información sensorial (visual, audible) aparece a los ojos del coreógrafo. Coreografiar entonces es el reconocimiento de esas relaciones y su organización voluntaria, en una combinación de energía, espacio y tiempo.

Ernesto Ortiz

Histórica LabDanzaCue: Sobre mi proyecto

Nada
FESTIVAL MÍNIMAS RESIDENCIAS

(2015)

Estoy aquí                              ,                              y no hay nada que decir                         .

                                                                                                                                            Si entre ustedes hay

de aquellos que quieren llegar a alguna parte            ,                                              déjenlos ir en

cualquier momento                .                                                                             Lo que re-querimos                               es

silencio                                   ;                                  pero lo que el silencio requiere

                       es                    que yo continúe hablando      .

JOHN CAGE

NADA
NADA
NADA
Histórica LabDanzaCue: Sobre mi proyecto
4561453-orig_orig.jpg

La señorita Wang soy yo

(2014)

La señorita Wang soy yo, y hablo sola.


¿Cuánto tiempo llevo en este tren?... ¿cuánto?  El barco zarpa dentro de dos días, desde el puerto se alcanza a ver la herrumbre en las escotillas. Hermosas y delicadas manchas que lo pueblan todo, que lo dibujan todo.  Delicadas, modestas y solitarias…  si lo pienso bien, yo soy una mancha de herrumbre.  Y en este tren no termino de aparecer: no hay nada que pueda ser manchado. 

Histórica LabDanzaCue: Sobre mi proyecto
Histórica LabDanzaCue: Pro Gallery
bottom of page